Abstract:
RESUMEN:
El agua es un recurso natural del cual dependemos los seres humanos, por lo que su calidad se asocia directamente con el bienestar humano. La Organización Mundial de la Salud [OMS] (2017) afirma que la calidad del agua es un elemento fundamental para el bienestar y el desarrollo humano, y reconoce que proveer acceso a agua salubre es uno de los instrumentos más eficaces para disminuir la pobreza y promover la salud. A pesar de ello, alrededor de todo el mundo existen numerosos casos de cuerpos de agua severamente afectados por la contaminación a causa de diversas actividades antropogénicas (Valencia- Quintana et al., 2011).
Lamentablemente, México no es ajeno a esta problemática, aunado a la escasez de agua que se padece en el país, debemos sumarle la contaminación de este recurso. En el 2019 la Comisión Nacional del Agua [CONAGUA] (2021) monitoreó la calidad del agua superficial de 4,655 sitios situados en todo el país y catalogó al 35.8% de estos sitios en color rojo ya que incumplen con alguno o varios de los parámetros de demanda química de oxígeno (DQO), demanda bioquímica de oxígeno a cinco días (DBO5), presencia de enterococos y toxicidad; y, el 31% fue catalogado con color amarillo, lo que implica que incumplieron uno o varios de los parámetros de Escherichia Coli, coliformes fecales, sólidos suspendidos totales y porcentaje de oxígeno disuelto. Para el caso del agua subterránea, se monitorearon 1,292 sitios, se catalogó al 44.7% en color rojo por incumplir alguno de los parámetros de fluoruros, coliformes fecales, nitrógeno de nitratos, y arsénico, cadmio, cromo, mercurio y plomo totales.
En México, al igual que en otros países el alrededor del mundo, los patrones de producción y consumo, así como las presiones demográficas, han ocasionado una grave sobreexplotación y contaminación de los recursos hídricos, atentado contra el patrimonio ecológico y el bienestar de las generaciones actuales y futuras. Algunas fuentes de contaminación antropogénicas que repercuten en la calidad del agua incluyen los desechos producidos por las industrias, los desechos que se originan de las actividades agropecuarias, principalmente agroquímicos, e.g., los fertilizantes y plaguicidas, que son arrastrados hacia
ríos y lagos; así como, las aguas desechadas de granjas donde se cultivan mamíferos, peces y aves; y, los efluentes domésticos. (Valencia-Quintana et al., 2011).
La situación de la calidad del agua en el país es crítica, ya que la falta de saneamiento, el tratamiento inapropiado de las aguas residuales y la gestión no responsable del agua, además de reducir la calidad y productividad de los ecosistemas, y de deteriorar el medio ambiente, también han impactado negativamente en la mortalidad, morbilidad y bienestar de las poblaciones, esta es la situación que viven las poblaciones aledañas al río Atoyac cuya exposición cotidiana a los contaminantes del río pone en riesgo su salud (Akhtar et al., 2018; Comisión Nacional de los Derechos Humanos [CNDH], 2017).
A lo largo de la ribera del río Atoyac se sitúan centros urbanos que descargan contaminantes de todo tipo, escenario que se ve agravado por el crecimiento de estos núcleos poblacionales, la falta de infraestructura para tratar las aguas residuales y la falta de compromiso por parte de los responsables y las autoridades competentes. En consecuencia, ha disminuido la calidad de los cuerpos de agua superficiales y subterráneos de la región, la calidad de los suelos agrícolas, los alimentos cultivados y crecidos en la zona, y por tanto la salud y el bienestar en general de sus pobladores (Alvarado Cardona et al., 2010).
Description:
Tesis (Maestría en Ciencias en Estudios Ambientales y de la Sustentabilidad). Instituto Politécnico Nacional, CIIEMAD, 2021, 1 archivo PDF, (135 páginas). tesis.ipn.mx