Abstract:
La presente investigación se centra en la evolución histórica de la educación
media en México, en especial en el origen y significado que ha tenido el Colegio
de Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM) como alternativa de cambio.
El objetivo general establecido en la investigación es identificar los desafíos que
han enfrentado las instituciones educativas mexicanas de nivel medio en el
contexto del cambio de paradigmas de los sistemas educativos para la
juventud, tomando como ejemplo el caso del Colegio de Ciencias y
Humanidades de la UNAM.
La investigación se llevó a cabo del 1 de noviembre de 2012 al 10 de junio de
2013, dentro del programa, “Gestión, Liderazgo y Desarrollo Institucional en la
Sociedad del Conocimiento” de la Maestría en Gestión y Desarrollo, de la
Educación de la Escuela Superior de Comercio y Administración del Instituto
Politécnico Nacional. El horizonte de tiempo considerado abarca desde los
antecedentes de la educación media en la época de la Colonia hasta su
situación actual.
La investigación realizada fue documental e histórica y a través de ella se
obtuvieron las siguientes conclusiones:
Millones de jóvenes en nuestro país, sobre todo de las clases sociales más
desprotegidas, no tienen acceso a la educación media. Esta situación se agrava
con políticas como la establecida por la Universidad Nacional Autónoma de
México la cual decidió reducir su matrícula en este nivel educativo a partir de
1978, año en el que alcanzó su máximo histórico. La disminución de la oferta,
ante la creciente demanda, justificó el establecimiento de exámenes de
selección para este nivel educativo que generan inequidad y discriminación,
pues hacen aparecer a las mujeres como inferiores a los hombres y favorecen
el ingreso de los estudiantes con mayores recursos económicos.
Aunado a lo anterior, el nivel educativo en el que el abandono se concentra es
el bachillerato, muchos de los que desertan lo hacen porque no les gusta
estudiar. Después de los problemas económicos esta es la segunda causa de
deserción escolar. A los estudiantes no les agrada la forma expositiva e
impositiva como se imparten las clases, ni la manera en que están conformados
los planes de estudio, los cuales, a pesar de las revisiones y modificaciones
curriculares que este nivel educativo ha sufrido a lo largo de su historia,
mantienen en la mayoría de su opciones, un paradigma educativo basado en los conceptos tradicionales e impositivos de la educación surgida a raíz de la
revolución industrial del siglo XIX, y que sustentaron el proyecto que dio origen
a la Escuela Nacional Preparatoria en 1867.
La creación del Colegio de Ciencias y Humanidades, representó un verdadero
cambio de paradigma para el bachillerato de la UNAM y en general, para la
educación media del país, propiciando, a través de la investigación y la
reflexión, la participación de los estudiantes en la construcción de sus
aprendizajes. Sin embargo, el proyecto original fue radicalmente modificado en
1996. Los programas de estudio fueron saturados de contenidos y las horas de
asistencia a clase se incrementaron en más de un 40%, fomentando las clases
expositivas y la pasividad de los estudiantes, y reduciendo la matrícula de la
Institución.
Ante este panorama, es necesario que las autoridades educativas del país,
instrumenten políticas alternativas que verdaderamente transformen el modelo
convencional de la educación media que prevalece en la actualidad,
estableciendo un cambio de paradigmas que responda al cambio social que el
mundo está presenciando y que permita el acceso a este nivel educativo a los
millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan, y que requieren, además de
recibir educación, que ésta sea de calidad e impartida con equidad.
El curriculum de la educación media debe tomar en cuenta los intereses y las
necesidades de la juventud y debe facilitar la formación de personas críticas,
reflexivas, creativas, conscientes de los graves problemas nacionales, que
puedan insertarse en la sociedad como agentes de cambio y como ciudadanos
activos con espíritu democrático, y puedan también, incorporarse al mercado de
trabajo de manera activa y productiva, siendo además capaces de auto
emplearse y de generar fuentes de trabajo.